miércoles, 30 de noviembre de 2016

Radio Rebelde: la Revolución Cubana y la comunicación de masas


























Por Alejandro Guerrero


“Aquí Radio Rebelde, la voz de la Sierra Maestra, trasmitiendo para toda Cuba desde la banda de 20 metros diariamente, a las 5 de la tarde y a las 9 de la noche, desde nuestro campamento rebelde en las lomas del Oriente, territorio libre de Cuba”.
Todos los días se escuchaba ese mensaje desde el 24 de febrero de 1958. Ese día el comandante Ernesto Che Guevara puso a funcionar Radio Rebelde en su puesto de Pata de la Mesa, en la Sierra Maestra, la cadena montañosa que se alarga en la región suroriental de Cuba.
Ya en 1957, a menos de un año del desembarco del Granma, Guevara había pedido equipos para instalar una radioemisora, y apuraba con ese propósito a todos sus compañeros que bajaban al llano desde las montañas en las que operaba la guerrilla del Movimiento 26 de Julio (M26) y el Ejército Rebelde comandado por Fidel Castro. El Che estaba convencido de que el grupo combatiente necesitaba un canal directo de comunicación con el pueblo cubano. En ese punto y en aquel momento, la radio era el medio ideal, mejor que el papel escrito, por su capacidad de llegada inmediata y masiva aun a los analfabetos. Era el medio de masas más eficaz para lo que él se proponía.
Así fue que Ciro del Río, militante del M26, puso en contacto al Che con Eduardo Fernández, un técnico de radio que también militaba en el Movimiento. Guevara y Fernández se entrevistaron clandestinamente en Bayamo, capital del municipio homónimo, el 4 o el 5 de enero de 1958.
Con los encargos del Che, Fernández se reunió en Santiago de Cuba con René Ramos Latour, y ambos decidieron que lo mejor, por razones de seguridad y de tiempo, era comprar un equipo nuevo en La Habana. Fernández, que durante todo el periodo de la Sierra sería el jefe técnico de la emisora, llegó a Pata de la Mesa con esos equipos el 16 de febrero de 1958 y de inmediato, con un grupo muy chico de colaboradores, empezó a trabajar para instalarlo. Se trataba de un trasmisor Collins modelo 32-V-2, de potencia media (120/130 watts), más una planta eléctrica marca Onan, de un kilowatt de potencia, que se usó para alimentar el trasmisor, un tocadiscos y una lámpara.
La primera trasmisión se hizo el 24 de febrero desde la casa de un campesino llamado Conrado, en cuyo honor aquel sitio se llama ahora Alto de Conrado, aunque la casa estaba un poco más abajo. Conrado era militante del Partido Socialista Popular y colaborador permanente del Ejército Rebelde. Su casa se encontraba en un montículo que sobresalía de la sierra: un punto ideal para trasmitir. A todo esto, el Che había designado director de la radio al capitán Luis Orlando Rodríguez, y eran sus locutores Orestes Varela y Ricardo Martínez.
La fecha de aquella primera emisión y el Himno Invasor, el primer sonido que salió al aire, constituían todo un programa político. El 24 de febrero de 1895 se había producido el Grito de Baire, o Grito de Oriente, que dio comienzo a la guerra por la independencia de Cuba. El Himno Invasor había sido creado el 15 de noviembre de aquel 1895 en la finca La Matilde, municipio de Najasa, Camagüey, por el entonces comandante Enrique Loymaz del Castillo, en homenaje a los caídos en la lucha independentista. El M26 se consideraba continuador de aquella lucha por la independencia y por un régimen político de libertades públicas, que se concentraba en dos consignas: la convocatoria a elecciones libres y la plena vigencia de la Constitución (demo-burguesa) de 1940. No había entonces referencias al socialismo ni las habría hasta 1961, después del rechazo a la invasión de gusanos financiados por los norteamericanos en Playa Girón.
La trasmisión inaugural incluyó también un parte de guerra por la batalla de Pino del Agua, librada el 16 de febrero. Pino del Agua era un pueblo pequeño extendido alrededor de un aserradero en el firme de la sierra, ocupado por una fuerte guarnición militar del ejército de Batista a la que los rebeldes querían sitiar. Como no se puede poner sitio a una fuerza bien armada con una fuerza inferior, el M26 acudió a la táctica guerrillera por excelencia: el “cerco elástico”. Así, las columnas rebeldes golpearon de manera combinada en Pino del Agua y atacaron las postas de guardia, hostigaron a la fuerza acantonada y aniquilaron a una guarnición que llegaba a reforzar a los sitiados. Los atacantes sufrieron ocho muertos pero le produjeron a los otros 26 bajas mortales, incautaron armas y tomaron prisioneros. Fue una victoria que le permitió a la guerrilla abandonar su periodo “nómada”, asentarse en bases sólidas (combate de posiciones), crear otros frentes y extenderse territorialmente. Fue la última vez que en una operación militar intervinieron personalmente todos los comandantes del Ejército Rebelde: Fidel y Raúl Castro, el Che, Camilo Cienfuegos (fue herido en el abdomen y en un muslo), Juan Almeida, Ramiro Valdés, Guillermo García y Efigenio Ameijeiras. Radio Rebelde, en su primera emisión, dio un parte detallado de aquella batalla.
Además del parte de guerra, habló el cirujano Julio Martínez Páez, jefe del cuerpo médico del Ejército Rebelde, sobre “la sanidad en la Sierra Maestra”. La guerrilla quería trasmitir la idea de que aquellas montañas, “territorio libre de Cuba”, estaban gobernadas por un equipo eficiente.
El 15 de abril es una fecha clave en la historia de Radio Rebelde y de aquella lucha guerrillera. Ese día Fidel Castro llegó a Pata de la Loma y habló por primera vez por aquella emisora.
Fue un discurso dramático.
El 9 de abril, seis días antes, el 26 de Julio había convocado a la huelga general que, acompañada por acciones guerrilleras en todo el país, debía derivar en la insurrección que derrocara a la dictadura. Como admitieron luego Castro y los demás comandantes, aquella convocatoria fue producto de un grave error de evaluación de la situación del momento. En definitiva, la medida terminó en un fracaso completo. Los jefes guerrilleros no perdieron la calma; por el contrario, lograron reagrupar fuerzas y, aquel 15 de abril, Fidel orientó su discurso a sostener el ánimo de la población y de los propios efectivos guerrilleros ante el revés que habían sufrido, pero, sobre todo, advirtió que ahora la dictadura lanzaría una ofensiva fortísima contra la Sierra Maestra y señaló la necesidad de prepararse para rechazarla. Desde ese momento, Radio Rebelde fue una pieza estratégica de agitación y propaganda hacia la población, y de comunicación y enlace entre los diversos frentes guerrilleros. Para la dictadura, esa emisora se transformó en el punto a abatir, por su papel político e incluso por su valor simbólico. El silenciamiento de la radio indicaría la derrota definitiva de la guerrilla, o por lo menos así podría presentarlo Batista.
Por tanto, para la guerrilla resultaba estratégico sostener esa emisora en el aire.
Comenzaron en aquellos días bombardeos de una intensidad nunca vista hasta entonces en América central. La aviación del gobierno demolía las sierras mientras preparaba sus fuerzas para el ataque por tierra. Entre el 16 y el 17 de abril, es decir apenas terminó el discurso de Fidel, la planta trasmisora se trasladó a la región de La Plata, alejada de la zona donde operaba el grueso de las fuerzas guerrilleras. Desde ese momento, Radio Rebelde fue, aún más, el medio directo de comunicación del M26 con las masas de las ciudades y el campo. El 1° de mayo se hizo la primera trasmisión desde el nuevo punto, y de continuo la radio trasmitía informes de inteligencia recibidos por la guerrilla sobre movimientos de tropas enemigas para la ofensiva que preparaba Batista: la radio se transformó en la herramienta clave del comando operacional guerrillero. Los bombardeos que se proponían destruir la emisora nunca pudieron tocar su planta trasmisora.
En este punto, revelaron su vigencia viejos conceptos del mariscal alemán Karl von Klausewitz sobre la dialéctica ofensiva/defensiva en la guerra y en la política. La defensiva, dice el estratega prusiano, es más importante que la ofensiva si está compuesta por un escudo de golpes bien dirigidos; después, la contraofensiva se dirigirá contra un enemigo derruido y desmoralizado. En la guerra y en la política, en efecto, la capacidad defensiva de una fuerza indica su grado de consistencia histórica. Aquella ofensiva de Batista fracasó y desde ese momento la dictadura podía considerarse perdida, simplemente porque sus enemigos habían logrado defender sus posiciones.
A partir de ese momento, Radio Rebelde se transformó en una red nacional e internacional, con 18 plantas trasmisoras que operaban en sintonía. Además, sus emisiones eran difundidas en todo el continente por emisoras comerciales (en la Argentina lo hacía Radio El Mundo, que a su vez retrasmitía a diversos países por su cadena continental), lo cual indica las expectativas que sectores de la burguesía latinoamericana, e incluso del imperialismo norteamericano, tenían en la posibilidad de que la guerrilla operara un recambio burgués en Cuba ante la creciente inviabilidad del régimen de Batista.
El 20 de noviembre de 1958, comenzada la contraofensiva guerrillera, Radio Rebelde dejó la sierra y se trasladó al llano, a la zona de La Miel-El Podrio, y luego a Minas de Charco Redondo. El 4 de diciembre salió al aire Columna 8 “Ciro Redondo”, al mando directo del Che que operaba desde Las Villas para preparar lo que sería la decisiva batalla de Santa Clara, a fines de diciembre. En ese momento, la emisora tenía 32 plantas trasmisoras en distintos horarios y frecuencias, que emitían en 7400 y 7380 kilociclos. Ya era el medio de masas más importante de Cuba.
El 29 de diciembre a la noche, cuando ya se disponían las cosas para tomar La Habana, Radio Rebelde se trasladó a Palma Soriano, un municipio de Santiago de Cuba, y se instaló en una casa de la calle Aguilera 201, esquina Quintín Banderas. Desde allí, en la madrugada del 1° de enero de 1959, el día de la victoria, el comandante Castro dio las últimas instrucciones operacionales a los comandantes y a la población.
Vale recordar, entendemos, esta historia de Radio Rebelde porque resulta especialmente útil en el debate que hoy se desenvuelve sobre los medios de comunicación. El poderío que tienen los grandes medios, los “medios concentrados”, es relativo. Los medios no pueden crear tendencias en la sociedad, sólo les resulta posible desarrollar tendencias que ya están presentes. Radio Rebelde, con un equipo precario, contribuyó decisivamente a desenvolver las tendencias revolucionarias en la sociedad cubana y la descomposición del régimen de Fulgencio Batista. Esas tendencias revolucionarias en las masas y esa descomposición del régimen hicieron posible que una pequeña emisora clandestina venciera a los grandes medios de comunicación, como permitieron que un equipo combatiente de un millar de guerrilleros venciera a un poderoso ejército de 40 mil efectivos bien armados y entrenados, que al final se disgregaron casi sin pelea: una enorme victoria política antes que militar.

Radio Rebelde es una lección viva y vigente, tanto como la época abierta en Latinoamérica por la Revolución Cubana.




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